Potion Explosion

Potion Explosion arranca con 87 canicas de colores en una estructura de dispensador que evoca un tablero de mármol, donde golpear una bola desencadena un efecto dominó al estilo de un carnaval químico. Cada turno eliges una canica para tu poción y, si al retirarla se agrupan dos o más del mismo tono, el conjunto colapsa y cae en cascada hacia tu bandeja, acumulando ingredientes gratis que obligan a replantear tu planificación. Las pociones se cocinan con recetas que requieren combinaciones de colores concretos y ofrecen habilidades únicas —desde robar ingredientes extra hasta convertir bolas sobrantes en comodines—, fomentando la construcción de motores de juego tan gratificantes como impredecibles. El pulso estratégico nace de decidir entre llenar pociones sencillas para puntuar rápido o invertir en las más complejas que desatan grandes reacciones... y con ellas, el riesgo de dejar ingredientes al alcance de tus rivales. Con partidas de unos 40 minutos y reglas que entran en la cabeza en cinco minutos, Potion Explosion equilibra delicadamente la táctica de eurogame con la sensación de un auténtico volcán de azúcar, haciendo que cada sesión acabe igual que una clase de química mal planificada: llena de risas, sorpresas y un deseo irrefrenable de volver a agitar el dispensador.