Barrage

En Barrage, de 1 a 4 jugadores compiten como empresas de energía hidroeléctrica, construyendo presas y turbinas para generar electricidad y cumplir contratos en una carrera por el dominio industrial. La premisa es simple, pero las decisiones son brutales: el agua, recurso clave del juego, fluye río abajo y todos compiten por aprovecharla antes de que termine en las turbinas de sus rivales.

Cada turno, asignas trabajadores a acciones estratégicas en tu tablero: construir infraestructuras, mejorar tus tecnologías o incluso desviar el agua con conductos personalizados. Aquí es donde Barrage muestra su genialidad: la rueda de construcción. Cuando decides construir algo, colocas recursos en una rueda giratoria que bloquea su uso durante varios turnos. Esto significa que debes planificar con antelación y adaptarte a los movimientos de tus oponentes mientras esperas que tu rueda gire y te devuelva los materiales. Brutalmente estratégico, ¿verdad?

La competencia por el agua es feroz. Si tus rivales construyen presas río arriba, pueden bloquear el flujo de agua hacia tus instalaciones, dejándote con turbinas inútiles y un plan que se desmorona. A esto se suman los contratos, que ofrecen objetivos únicos y recompensas jugosas si logras cumplirlos antes que los demás. Cada turno es un delicado acto de equilibrio entre inversión, generación de energía y sabotaje encubierto de los demás.

Con una duración de 120 minutos, Barrage es un juego denso, lleno de decisiones tensas y con una interacción entre jugadores que puede ser despiadada.